1-Benziletilecgonina (Coca, perico, soda, fifí, raya, línea, nieve, polvo, llave)

¿Qué es?

La cocaína es un polvo blanco que se obtiene, a través de un proceso químico, de las hojas del arbusto de coca, originario de América del Sur. Los quechuas conocían a la planta como kuka, cuyas hojas contienen aproximadamente 1% de cocaína y que se consumen ritual y tradicionalmente desde hace muchos siglos. La cocaína fue aislada por primera vez en 1859 y fue utilizada como anestesia a principios del siglo XX. 

Antes de tener la presentación final de polvo blanco, la cocaína se obtiene como una pasta amarillenta conocida como pasta base. Para preparar o “cocinar” la pasta base se han utilizado diferentes compuestos químicos como petróleo o queroseno, ácido sulfúrico y un alcalino que puede ser cal, carbonato sódico o potasa. Se necesitan hasta 50 kilos de hojas de coca para obtener sólo 500 gramos de polvo, aproximadamente.

Sustancias relacionadas

  • MDMA: aunque la cocaína y el MDMA tienen como efecto principal es estimulante, los efectos no son tan similares. El MDMA tiene efectos empáticos, su estimulación y excitación es más fuerte; además, el tiempo de efecto es mayor. 
  • Anfetamina: La anfetamina actúa sobre los sistemas dopminérgicos y noradrenérgicos en el cerebro y no sobre el sistema serotonérgico. Con base en su distribución en el cerebro, la anfetamina tiene un gran parecido a la cocaína. Los efectos de la anfetamina, en los primeros momentos, son muy parecidos a los de la cocaína, en particular los estimulantes. Sin embargo, la cocaína tiene menor tiempo de efecto y no son tan fuertes.

Efectos

La cocaína estimula la liberación de adrenalina, serotonina y dopamina, incrementando la energía y generando un estado de mayor alerta. Los efectos de la cocaína se presentan casi inmediatamente después de consumirla, y debido a que el clímax no dura mucho tiempo es común tomar muchas dosis durante una sesión de uso; también desarrollar dependencia o tolerancia. Algunos de los efectos más comunes son:

Efectos físicos

Aumento del pulso cardiaco, puede existir entumecimiento en las fosas nasales, garganta y en ocasiones el rostro o los labios. Puedes experimentar una percepción más clara de colores y sonidos. Además es posible una reducción notoria del apetito y la fatiga.

Efectos psicológicos

Al usar cocaína, existe una liberación de las inhibiciones, aumento de la confianza y autoestima. Se siente varios minutos de euforia y entusiasmo, seguido por un “bajón”, caracterizado por ansiedad o cansancio, lo que lleva a muchas personas a buscar una nueva dosis. Esto puede generar usos problemáticos rápidamente.

En grandes cantidades la cocaína altera significativamente el carácter, originando ansiedad o agresividad en la persona. Al consumir dosis altas, se pueden presentar los síntomas de una intoxicación: excitabilidad, escalofríos, respiración irregular, alucinaciones, delirios de persecución o distintos tipos de paranoia. En una intoxicación grave, donde estén presentes efectos orgánicos no deseados, pueden presentarse convulsiones, trastornos cardiovasculares o un paro cardiaco.

Vía de administración

La vía oral es la forma de uso menos común o utilizada. Sus efectos tardan más en aparecer y son menos intensos, pero pueden prolongarse por algunas horas. El modo más común de hacerlo es untando el polvo por las encías o sublingüal, ya que permite la absorción de esta sustancia. Esta vía puede entumecer la boca y esconde un poco el sabor amargo característico de la cocaína.  

Esnifar cocaína es la forma más popular de usar esta sustancia psicoactiva. El polvo se “pica” (reducir el tamaño del polvo) con objeto, se acomoda en líneas, y se inhala por medio de alguna cosa en forma cilíndrica. Los efectos pueden notarse casi inmediatamente y desaparecen unos 20-30 minutos después. 

Otra vía de administración es la fumada; esta ocurre cuando se añade el polvo a un objeto para fumar o se mezcla con otra sustancia que permita su combustión y uso. Los efectos aparecen inmediatamente y duran menos que la vía esnifada. Hay que tener cuidado, pues al fumar cocaína puede aumentar, rápidamente, el ritmo cardiaco y el daño en los pulmones generado por el humo lo que pone en riesgo la salud de la persona usuaria.

La vía de uso más riesgosa es la inyección intramuscular o intravenosa (siendo la segunda mucho más). La cocaína debe ser calentada y disuelta para se usada por esta vía. Los efectos son instantáneos y sumamente fuertes, pero desaparecen con rapidez.  Puede ser muy peligroso, ya que los efectos estimulantes pueden ocasionar problemas cardiovasculares; por otro lado, puede ser que los grumos no se disuelvan bien y bloqueen alguna vena pequeña o capilares, generando desagradables complicaciones como derrames, hemorragias internas, embolias o aneurismas.

Dosis

La dosis varía en función de las características físicas y psicológicas de quien la consume, de la pureza de la cocaína y de la tolerancia de la persona. Si decides consumir por primera vez es recomendable empezar con una dosis baja para conocer tu sensibilidad y la potencia de la sustancia.

Dosis de Cocaína Vía Oral

Umbral 5 – 10 mg
Ligera 10 – 30 mg
Común 30 – 60 mg
Fuerte 60 – 90 mg
Muy fuerte 90 + mg

Legalidad

Bajo el marco regulatorio internacional, las leyes mexicanas y específicamente la Ley General de Salud, la cocaína está considerada como un narcótico ilegal y su distribución y producción se considera un delito. Recuerda que portar cantidades mayores a 500 miligramos (lo equivalente aproximadamente a 3 dosis medianas y prácticamente la mitad de la unidad de venta que suele ser 1 gramo) puede llevarte a la cárcel bajo el cargo de narcomenudista. ¡Ten cuidado!

Mezclas

La popularidad actual de la cocaína como droga social y recreativa la lleva a ser mezclada con casi todas las demás drogas. Sin embargo, esto puede tener graves riesgos e implicaciones. Algunos de los efectos al mezclar con otras sustancias son:

  • Cannabis.  Se añade el polvo de cocaína a un cigarrillo de marihuana. Se contrarresta el cansancio pero se aumenta el bajón. Causa daño a las vías respiratorias y puede ocasionar taquicardias. Ambas sustancias son psicológicamente adictivas.
  • LSD.  Puede haber riesgosas implicaciones psicológicas. El LSD altera en gran medida los pensamientos, y la cocaína puede sobresaltar estados de paranoia o agresividad, generando mal viajes y hasta brotes psicóticos. Te recomendamos abstenerte de mezclar estas sustancias.  
  • Anfetaminas y MDMA. Combinar la cocaína con otros estimulantes puede ser muy peligroso debido al gran impacto en la presión arterial, el pulso cardíaco y la temperatura corporal. También puede haber cambios bruscos en la conducta, generando ansiedad y agresividad. Es peligroso mezclar sustancias estimulantes.
  • Sedantes. Es una de las combinaciones que mayor daño ocasiona. Representa una sobrecarga para el hígado y los efectos sedativos inducen a consumir mayores cantidades de cocaína, facilitando la posibilidad de una sobredosis.
  • Heroína y otros opiáceos. A esta combinación se le conoce con el nombre de “speed ball”. Es sumamente peligroso debido a que se estimula por un lado el sistema nervioso parasimpático y por el otro el sistema nervioso simpático, generando mayor placer pero facilitando el riesgo de sobredosis y provocando fuertes cambios de presión interna que generan problemas cardiovasculares. El potencial de adicción de ambas sustancias puede llegar a duplicarse además de que una vez asentada una dependencia física (principalmente a la heroína) se aumentan los síntomas durante el síndrome de abstinencia y se agudiza la depresión durante las primeras etapas del mismo.
  • Tabaco. Los efectos de la cocaína disminuyen al ser fumada, mientras que los daños a las vías respiratorias al combinar las sustancias aumentan considerablemente.
  • Alcohol. Es una combinación sumamente popular y altamente peligrosa. Se utiliza para despejar los efectos del alcohol o para suavizar los efectos de la cocaína, facilitando la posibilidad de sobredosis. Al combinar las sustancias se genera un compuesto llamado “coca-etileno”, de gran poder tóxico que puede causar graves daños al funcionamiento del hígado. Recuerda que ambas sustancias son sumamente adictivas.

Adulterantes

La cocaína es una de las drogas con mayor problema de adulteración en la actualidad. En resultados de análisis de sustancias, se han encontrado que las muestras de cocaína contienen 50% de la sustancia esperada, siendo el 50% restante adulterantes como otros anestésicos locales o excipientes farmacéuticos. Sus adulterantes pueden clasificarse en dos grupos:

  • Adulteración inactiva. Se usa para aumentar el peso y volumen del polvo con otra sustancia que se parezca a la cocaína, como paracetamol, levamisol, lactosa, entre otros. Estas sustancias no presentan un riesgo a la salud por la concentración en la que se encuentran; sin embargo,  el levamisol ha presentado complicaciones leves a la salud en el uso constante como adulterante. El registro de encontrar estas sustancias en el polvo cada vez está más documentado en diferentes partes del mundo en informes de ONG, académicos y hasta gubernamentales. En muestras de muy mala calidad se llega a encontrar talco o polvo de gis. 
  • Adulteración activa. Los reportes mencionados han mostrado que las muestras de cocaína también presentan adulterantes para aumentar, principalmente, los efectos estimulantes de la cocaína; sin embargo, también existen otros para resaltar el efecto anestésico de la misma. Estos últimos adulterantes, como la lidocaína, procaína o benzocaína, no tienen un riesgo a la salud, sólo son agregados para dar la idea de tener una cocaína más pura. 

 

Por otra parte, los efectos que provocan los adulterantes estimulantes como cafeína, anfetamina, metanfetamina o MDMA, provocan un mayor efecto energético, pero aumentan los efectos tóxicos y dañinos de la muestra usada. Los problemas a la salud más frecuentes relacionados a este tipo de adulteración son los cardiovasculares.

Riesgos

Esta sustancia presenta diferentes tipos de riesgos, los cuales pueden estar asociado a las prácticas de uso, la frecuencia y cantidad que pueden afectar la salud de la persona, el entorno familiar y social de ésta. 

  • El uso de cocaína puede provocar fatiga, irritabilidad, pérdida del apetito, dolor abdominal y muscular, náuseas ó vómitos, reducción de la libido e irregularidades en la menstruación, todo esto dependiendo de la dosis utilizada y el metabolismo de la persona usuaria.  
  • La dependencia psicológica que genera es alta, llegando a ser hasta 20 veces más adictiva que la cafeína.  Si el consumo es frecuente, al abandonar la sustancia el síndrome de abstinencia es psicológico, ya que la persona buscará los efectos que interactúan con. Los primeros días se caracterizan por fuerte ataques de ansiedad y depresiones que llevan al usuario a regresar al consumo de cocaína.
  • Aumento de tolerancia física. Aunque el usuario puede tomar la misma dosis por largos periodos y experimentar la misma euforia, el cuerpo genera una tolerancia física que permite consumir mayores cantidades para prolongar y exaltar los efectos, afectando en mayor medida el carácter del usuario y aumentando el riesgo de intoxicación. Ten cuidado, pues compartir los instrumentos o utensilios puede resultar en la transmisión de infecciones o virus tales como el VIH o Hepatitis. Algunos de ellos son:
  • Cardiopatías y enfermedades pulmonares. Aumentar la dosis puede generar taquicardias y conducir a fallos en el corazón así como provocar disnea o dificultades para respirar.
  • Ulceración del tabique nasal. Inhalar la cocaína sin pulverizarla por completo con frecuencia desgasta progresivamente el tabique nasal.
  • Complicaciones psiquiátricas. Crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración. En ocasiones se puede presentar psicosis por consumo de cocaína,  experimentando crisis de pánico y cuadros alucinatorios. 
  • Trastornos nutricionales. El consumo frecuente puede provocar bulimia y anorexia nerviosa. 
  • Secuelas sobre el feto durante el embarazo. Aumento de la mortalidad perinatal, aborto y alteraciones nerviosas en el recién nacido.
  • La cocaína está contraindicada en el embarazo y en personas con problemas de hígado, riñón, corazón o si se padece glaucoma. Puede ser peligroso realizar intensa actividad física bajo los efectos de la cocaína y te recomendamos evitarla por completo si vas a conducir cualquier tipo de vehículo o si estás atravesando problemas emocionales.

Reducción de daños

Algunas de nuestras estrategias de reducción de riesgos y daños para reducir los riesgos al consumir cocaína son:

  • Siempre es importante cuidar las dosis que se van a usar y tratar de mantener un límite (solo salir con dinero suficiente para una cantidad límite de número de dosis y mantenerlo).

  • Evitar la mezcla con el alcohol u otras sustancias. Puede parecer atractivo el que la cocaína contrarreste sus efectos y permita beber más o “aclarar un poco la cabeza” después de haber bebido. Sin embargo el impacto al cuerpo se multiplica, y aunque los efectos se perciban menos, la cantidad de sustancias tóxicas en el organismo se incrementan vertiginosamente, lo cual puede resultar en una sobredosis de cocaína o una congestión alcohólica.

  • El modo más confiable y sencillo para probar la pureza de la cocaína es dejar caer un poco de polvo en un vaso de cristal con agua fría. La cocaína se diluye rápidamente, mientras que las impurezas se asientan al fondo del vaso.

  • Al consumir hazlo en pequeñas cantidades y con intervalos largos de tiempo. Los efectos adversos de la cocaína y la dependencia psicológica se incrementan rápidamente en función de dosis elevadas o repetidas, las cuales aumentan los efectos de ansiedad y aumento de la presión arterial, al tiempo que se eleva el riesgo de intoxicación.

  • Asegurarse que cada persona tenga un popote propio, de preferencia marcado para que no haya confusiones y busca mantener hidratada la nariz o los labios con humectantes nasales o bálsamo de labios.

  • Compartir popotes, billetes u otros utensilios para inhalar la cocaína puede resultar en irritación de las mucosas nasales que puede ser un riesgo añadido para la transmisión de infecciones como e VIH o la Hepatitis C. 

  • Pulveriza bien la sustancia (machacando bien los cristalitos o piedritas antes de inhalar) para reducir la posibilidad de hemorragias y ulceraciones en las mucosas de la nariz.

  • La estancia en lugares calurosos potencia los efectos negativos de tipo neurotóxico. Procura tomar aire fresco ocasionalmente y si estas en un lugar cerrado mantente hidratadx bebiendo agua.

  • No lleves a cabo actividad física intensa. El ejercicio físico bajo los efectos de la cocaína puede provocar infartos o graves lesiones cardíacas.

  • Procura mantenerte tranquilx. La cocaína exalta la personalidad y puede inducirte a tomar actitudes agresivas o impulsivas. Recuerda también que la pérdida de inhibiciones que se experimenta con la cocaína puede llevar a la adopción de conductas de riesgo, particularmente de relaciones sexuales sin protección. 

  • No conduzcas ningún tipo de vehículo. Aunque la cocaína puede hacerte pensar que estás más despiertx y alerta, los sentidos están alterados y los reflejos no funcionan de la misma manera, lo cual puede causar accidentes. 

La hoja de coca provee energía física, reduce el apetito, otorga cierta claridad y puede ayudar a mitigar el dolor. Es una planta sagrada para diversas culturas y posee reconocidas propiedades curativas. La cocaína más pura, o clorhidrato de cocaína, fue utilizada como medicamento durante varias décadas. Aunque en grandes cantidades puede ser tóxica; las propiedades originales de la planta persisten en la sustancia. 

Sin embargo, actualmente la cocaína se encuentra expuesta a todo tipo de adulterantes y cortes, por lo que es probable que al consumirla en realidad estés consumiendo ua mezcla con algún otro tipo de sustancias. El mercado negro abusa de las posibilidades para rebajar la cocaína y pone en peligro la salud de todas las personas usuarias. Toma en cuenta esta información si piensas consumir esta sustancia o si ya la consumes. Evita una mala experiencia.

Referencias

¡Conoce tu sustancia!