El P.A.S. busca reducir daños o impactos negativos en la salud de las personas que usan sustancias psicoactivas y sus comunidades, construyendo una cultura de uso basada en la información, evidencia y el respeto a los derechos humanos. A la vez, aporta un mapeo directo sobre la realidad del consumo y las tendencias actuales en el mercado ilícito.