De ser considerada en esta lista de Sagarpa, la amapola ocuparía, gracias a sus 21 mil 425 hectáreas de cultivo, el lugar 30 entre los 210 principales productos agrícolas mexicanos, justo debajo de la calabacita.
Durante el año pasado, de hecho, el área de siembra de la amapola fue 7% mayor que la empleada para el cultivo de melón; 14% mayor que la superficie sembrada con lechuga; 35% mayor que la del pepino; 52% mayor que la de haba verde; 57% mayor que la de chícharo; 64% mayor que la de zanaoria; y 130% mayor que la de ejote; y es, también, 190% más grande que el área total destinada a la siembra de tabaco en México, siempre con base en el Anuario de Sagarpa.
Según el Reporte Mundial sobre Drogas 2014, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas, en todo el planeta se sembraron al menos 296 mil 720 hectáreas con amapola durante el año anterior, por lo que los sembradíos detectados en México equivalen a 7% de la producción global de este enervante.
Además de las 21 mil 425 hectáreas sembradas con amapola detectadas –y erradicadas– por el Ejército mexicano, este organismo público informó que durante 2014 fueron decomisados 259 kilos de heroína ya procesada (42% más que el año previo), así como 1 mil 250 kilos de opio.
Aunque los sembradíos de amapola detectados y erradicados por el Ejército no representan, en realidad, el total de hectáreas de tierra cultivadas en México –ya que, obviamente, no incluye los sembradíos no detectados–, éste es el único indicador oficial acerca de producción de drogas ilícitas en el país.
Para contar con una perspectiva real del área cultivada con éste y otros enervantes, como la mariguana, en mayo de 2012, las autoridades federales y la Organización de las Naciones Unidas pusieron en marcha un “Sistema de monitoreo de cultivos ilícitos en el territorio mexicano“, basado en lecturas satelitales, cuyos resultados, sin embargo, no han sido presentados públicamente.