Al finalizar la II Reunión Ministerial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) que se realizó en Quito, Ecuador, sobre el problema mundial de las drogas, los países miembros emitieron una declaración en la que resaltan la necesidad de contribuir al fortalecimiento de las instancias de la región latinoamericana en materia de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
El documento señala que se hace imperativo contar con una visión de consenso en el marco de la CELAC de cara a la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas.
Ante ello, los países declaran que todas las políticas de drogas deben incorporar, de manera integral, los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
También se deben redoblar los esfuerzos conjuntos para comprender y contrarrestar las causas estructurales del problema mundial de las drogas y reafirmar los compromisos para prevenir y revertir los daños sociales generados por el problema mundial de las drogas.
Asimismo, indica que se deben promover acciones conjuntas que permitan identificar y combatir los grupos delictivos organizados involucrados en el tráfico de drogas, a fin de desarrollar amplias capacidades para afrontar los desafíos que se generan en nuestras sociedades.
A continuación, texto íntegro de la declaración:
DECLARACIÓN DE QUITO
II REUNION MINISTERIAL SOBRE EL PROBLEMA MUNDIAL DE LAS DROGAS DE LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y EL CARIBE – CELAC – QUITO, ECUADOR
21 Y 22 DE MAYO 2015
PROPUESTA
Los Ministros y Ministras y autoridades de instituciones rectoras en el ámbito de drogas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC), reunidos en Quito, Ecuador, en ocasión de la II Reunión Ministerial sobre el problema mundial de las drogas, los días 21 y 22 de mayo de 2015.
Teniendo como referencia la Declaración Especial sobre el problema mundial de las drogas, adoptada en la Cumbre de Jefes y Jefas de Estados de CELAC reunidos en Belén, Costa Rica, los días 28 y 29 de enero del 2015.
Expresando preocupación por el impacto sobre la salud de las poblaciones, las instituciones democráticas, la grave afectación económica y daños sociales, como consecuencia del problema mundial de las drogas. Por ello consideramos necesario continuar fortaleciendo la cooperación internacional e intercambio de buenas prácticas, promoviendo e impulsando políticas integrales en la materia.
Reconociendo la necesidad de mejorar la capacidad de los Estados de incorporar en sus estrategias la prevención, detección y sanciones a la delincuencia organizada dedicada a las actividades de tráfico ilícito de drogas y delitos conexos que utilizan, entre otros, la intimidación, la corrupción y la violencia.
Reconociendo que la pluralidad social, cultural y económica de los países de la región debe permitir la formulación de políticas diversas, amplias e integrales, en el marco de las Convenciones de Naciones Unidas y otros instrumentos internacionales pertinentes.
Reconociendo las preocupaciones geográficas especiales de los pequeños Estados insulares del Caribe.
Reconociendo que para atender los nuevos retos que plantea el problema mundial de las drogas es necesario enriquecer en el ámbito de Naciones Unidas las respuestas ante este fenómeno.
Enfatizando que los esfuerzos que realizan los Estados en términos de disminuir el impacto que generan grupos delictivos organizados deben continuar complementándose, adicionalmente, con políticas centradas en el bienestar de los ciudadanos y en el respeto a los Instrumentos Internacionales en materia de Derechos Humanos, protección de la naturaleza, y del medio ambiente.
Reconociendo la necesidad de privilegiar medidas preventivas para hacer frente al problema mundial de las drogas con el fin de fortalecer el tejido social y el bienestar de las personas. En este sentido deben coordinarse acciones conjuntas entre el control y la prevención integral.
Valorando los esfuerzos que ha hecho la región, a través de la coordinación de políticas antilavado de activos, el control de precursores químicos, y los controles fronterizos, terrestres, marítimos y aéreos.
Reconociendo que el marco de las Convenciones sobre Drogas permite al Estado desarrollar políticas propias en el abordaje de la problemática. Dicho impulso debe mantenerse acorde con el Derecho Internacional y la jurisdicción soberana de los Estados.
Inspirados en el principio de la unidad en la diversidad,
DECLARAN
Que, es necesario seguir contribuyendo al fortalecimiento de las instancias técnicas y políticas propias de la región latinoamericana y de El Caribe en materia de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
Que, se hace imperativo contar con una visión de consenso en el marco de la CELAC de cara a la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas UNGASS 2016, a celebrarse en Nueva York, en torno a los siguientes elementos:
Que, todas las políticas de drogas deben incorporar de manera integral los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de conformidad con el espíritu y el objetivo de salvaguardar la salud y el bienestar de la humanidad, en el marco de las tres convenciones de Naciones Unidas sobre drogas, en concordancia con la Carta de Naciones Unidas y otros instrumentos internacionales relevantes en la materia, respetando las decisiones soberanas de los Estados.
Redoblar los esfuerzos conjuntos para comprender y contrarrestar las causas estructurales del problema mundial de las drogas.
Reafirmar los compromisos para prevenir y revertir los daños sociales generados por el problema mundial de las drogas.
Alentar la generación de sinergias con todos los sectores sociales para la instrumentación de respuestas eficientes al problema mundial de las drogas que fortalezcan la cohesión e inclusión social.
Que, los Estados tienen pleno derecho a formular sus políticas de drogas a partir del reconocimiento de sus propias realidades sociales, económicas, culturales, históricas y geopolíticas, respetando plenamente su soberanía e integridad territorial.
Que, se continúe desarrollando, en el marco de las Naciones Unidas, políticas y medidas sobre drogas que, centradas en el ser humano, y tomando en cuenta los derechos inalienables de las personas y la protección de la naturaleza, avancen en enfoques integrales, equilibrados y multidisciplinarios para la reducción de la oferta y la demanda de drogas, así como en prevenir sus causas y reducir las consecuencias negativas, de este fenómeno socio económico.
Promover la generación e intercambio de evidencia científica que contribuya al trabajo de los órganos competentes de Naciones Unidas en la inclusión o eliminación de sustancias en las listas de control internacional.
Recordar lo establecido en la Declaración especial sobre la hoja de coca suscrita por los Jefes y Jefas de Estado de América Latina y El Caribe en La Habana, Cuba, durante los días 28 y 29 de enero del 2014.
Reconocer que el uso indebido de drogas es un problema de salud pública y que su manifestación extrema, la dependencia o la adicción, requieren abordar este fenómeno socioeconómico y cultural a través de la implementación de políticas de atención integral e inclusión social, de acuerdo a las legislaciones nacionales.
Promover acciones conjuntas que permitan identificar y combatir los grupos delictivos organizados involucrados en el tráfico de drogas, a fin de desarrollar amplias capacidades para afrontar los desafíos que se generan en nuestras sociedades.
Recordando que, en el marco de la Declaración Especial sobre los pequeños Estados insulares en desarrollo acordada en Costa Rica, en la III Cumbre de CELAC 2015, en la que se reconocen sus necesidades únicas, estos Estados enfrentan preocupaciones geográficas por lo que en la aplicación del principio de responsabilidad común y compartida, sus necesidades especiales y vulnerabilidad deben ser reconocidas a nivel de las políticas de drogas regionales e internacionales.
Procurar, de conformidad con las legislaciones nacionales, en tanto no se genere impunidad, el desarrollo de medidas alternativas en la impartición de justicia, consistentes con las convenciones de Naciones Unidas sobre drogas y el derecho internacional.
Que, los Estados miembros de CELAC considerarán las contribuciones de todos los órganos del sistema de Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales, la sociedad civil, la academia, los legisladores y otros actores relevantes, cuando corresponda, en el marco del proceso hacia la UNGASS 2016.
Considerar como una política de Estado, de acuerdo a las distintas realidades nacionales, un conjunto de medidas encaminadas a potenciar la incorporación de la comunidad, con un enfoque territorial, en programas y proyectos productivos, socio económicos y de protección del ambiente, que reduzcan la posibilidad de su participación en actividades ilícitas relacionadas con las drogas y promuevan el desarrollo humano integral, destacando entre ellas el desarrollo alternativo, integral y sostenible, incluido el preventivo, cuando corresponda.
Agradecer al Gobierno del Ecuador, a la Presidencia Pro Témpore de la CELAC y a sus autoridades competentes en materia de drogas, por organizar y coordinar la II Reunión Ministerial sobre el Problema Mundial de las Drogas, efectuada en la ciudad de Quito, entre los días 21 y 22 de mayo de 2015, al tiempo de saludar a la República Dominicana por acoger la III Reunión Ministerial sobre el Problema Mundial de Drogas, en el ámbito de UNGASS 2016.
Fuente: el 19 digital- http://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:29544-celac-emite-declaracion-de-quito-sobre-el-problema-mundial-de-las-drogas