“Para todo mal, mezcal, y para todo bien, también”. Con esta frase anónima, pero mítica entre los mexicanos que gustan beber el destilado del agave y que en la actualidad México exporta a 27 países, la autora veracruzana Zara Snapp, con maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard, da inicio a su sencillo pero utilísimo Diccionario de drogas que acaba de publicar Ediciones B (México, 157 pp.), con prólogo del escritor Guillermo Fadanelli.
Dividido en dos partes, “Drogas legales” y “Drogas ilegales”, el libro de Snapp, licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Colorado y colaboradora en temas de manejo de estupefacientes e incidencia internacional de la Comisión Global de Políticas de Drogas, hace un repaso del vínculo de México con sus alcoholes tradicionales, el pulque, el mezcal y el tequila, para luego detenerse en estimulantes igualmente permitidos como la nicotina, la cafeína y el cholocate, además de los sedantes Diazepan y Valium, y los inhalables tóxicos como solventes, pegamentos y nitritos.
En la segunda parte, dedicada a las drogas ilegales, Snapp, quien también es miembro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, aborda la historia, características y efectos de la mariguana, el MDMA o éxtasis; los alucinógenos como los hongos, la mezcalina y el LSD; los opiáceos, como la codeína, la morfina y la heroína, y otros estimulantes como la cocaína, la anfetamina y la metanfetamina.
En el libro, que recomendamos en especial a padres con hijos adolescentes, la joven experta familiariza al lector con el origen y el efecto de los alcoholes permitidos, así como de qué manera y en qué condiciones ingerirlos.
Respecto de la nicotina, Snapp cita a la Asociación del Corazón de EU según la cual el tabaquismo es una de las dependencias más difíciles ya que las características farmacológicas y conductuales que conlleva son muy similares a las de la heroína (morfina diacetate), proveniente de la planta conocida como adormidera, amapola u opio.
Recuerda Snapp que aunque Afganistán y Burna son los dos países que producen la mayor parte de la heroína al nivel global desde 1886, México ha generado cultivos de amapola en Sonora, Guerrero, Nuevo León y Chihuahua. De hecho, la mayor parte de la heroína que se consume en EU proviene hoy en día de México, convertido en el tercer país productor de amapola para uso ilegal en el mundo. (Cabe destacar —decimos nosotros— la vinculación que ha hecho la prensa de México entre la muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la disputa en Guerrero de las rutas de la heroína).
Sobre la cocaína, “que es la manera que tiene Dios para decirte que estás ganando demasiado dinero”, según el recientemente fallecido actor Robin Williams, citado por Snapp–, el mayor problema, advierte la autora, es la alta probabilidad de que sea adulterada. Proveniente de la hoja de coca, planta milenaria de Sudamérica (Bolivia, Colombia, Perú), su masticado en estado natural o como infusión tiene nutrientes muy importantes, además de alcaloides que dan energía y ayudan con los problemas de altitud. (Por ello —apuntamos de nuevo nosotros—, el gobierno de Bolivia acaba de anunciar que en julio recibirá al papa Francisco en el aeropuerto capitalino de El Alto, a cuatro mil metros de altitud, con “un té de hoja de coca” para prevenir cualquier incidente a causa de la altura).
La tiranía del espacio puede ser tan dañina como una droga más utilizada, sobre lo cual también es muy útil el Diccionario… que habla de las contraindicaciones de los estimulantes y qué hacer en caso de sobredosis, según el producto ingerido.
Solo añadiremos que la mariguana —que ocupa casi 10 páginas del libro y que al decir del célebre Woody Allen “causa amnesia… y otras cosas que no recuerdo”— es la sustancia ilícita más utilizada en el mundo, con un estimado de 147 millones de personas que la usan anualmente y 22.5 millones de usuarios al día al nivel global.
El libro, escrito con tino, conocimiento y precisión, incluye además puntadas como estas: “La diferencia entre un veneno, una medicina y un narcótico es solo la dosis” (Albert Hofmann) o “El mal uso de las drogas no es una enfermedad, es una decisión, como pararte enfrente de un coche en movimiento. Podrías llamarlo un error de juicio” (Philip K. Dick).
Fuente: Milenio- http://www.milenio.com/firmas/irene_selser/Zara-Snapp-Diccionario-drogas_18_531726830.html
Fuente de la imagen: http://zarasnapp.com/?page_id=2