Y sin embargo, se mueve:
balance en torno al nuevo dictamen de cannabis
Por Adrián Jiménez, Responsable de Incidencia Política en ReverdeSer Colectivo
Después de que a inicios de marzo las Comisiones Unidas de Salud, Justicia y Estudios Legislativos Segunda del Senado aprobaron en lo general el dictamen sobre la Ley de Regulación del Cannabis, por fin, este viernes se reunirán nuevamente para discutir una nueva versión del mismo, y, en caso de ser aprobado, el próximo martes se estará votando en el pleno de la Cámara Alta.
La nueva versión presenta mejoras como: hablar de uso adulto en lugar de lúdico o recreativo (art.3 II); disminuir el monto de todas las multas; explicitar más las personas y comunidades que serán las principales beneficiarias del nuevo mercado (art. 47); relajar los requisitos del empaquetado que podía convertirse en una barrera de entrada al mercado para pequeños productores (art. 26) y eliminar el séptimo transitorio que validaba las licencias otorgadas de manera ilegal.
Sin embargo, siguen sin atender la mayor parte del cúmulo de observaciones que las personas, colectivos y organizaciones que conformamos la Coalición #RegulaciónPorLaPaz hemos hecho al dictamen presentado en marzo: se mantiene el delito de posesión simple; continúa la criminalización administrativa a las personas usuarias y madres cuidadoras; falta homologar el consumo de cannabis con la ley del tabaco; se mantienen los permisos para ejercer el derecho al consumo; siguen sin establecerse claramente lo plazos de los transitorios; además de no aumentar el porcentaje de licencias para comunidades cultivadoras.
De igual forma, los nuevos cambios aumentan la criminalización a las personas usuarias a través de denuncias ciudadanas (art. 64); sanciones que van desde multas hasta perder el “permiso de consumo” (art. 41); restricciones al consumo en áreas de trabajo (art.60); y cambios en los plazos para conseguir el permiso de consumo o la licencia de investigación (Transitorio Décimo Cuarto). Por otro lado, se modificó la prohibición total a la integración vertical de la cadena de producción, al ahora permitir tener licencia de cultivo o transformación o venta y además, la de importación y exportación (art. 33), lo que aumenta el riesgo de concentración en la incipiente industria nacional.
Un punto importante son las modificaciones al Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, el cual será un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud (art. 45). Con ello, se elimina la asignación presupuestal anual desde Cámara de Diputados y deja de enviar un reporte anual al Ejecutivo para proponer modificaciones a las leyes y reglamentos. Ahora la persona titular será designada por la Secretaría de Salud y el Instituto deberá constituirse en un plazo de seis meses (Transitorio Sexto). Por último, se eliminan las atribuciones de esta ley sobre el cannabis medicinal, farmacéutico y paliativo.
Si bien celebramos que por fin se retome la discusión de un dictamen de cannabis, cuya aprobación es un gran paso en el cambio de nuestra política de drogas, la versión actual no responde a las exigencias que como Coalición hemos estado impulsando. Mientras estos no sean incorporados, las personas, colectivos y organizaciones que conformamos la Coalición #RegulaciónPorlaPaz seguiremos presionando a las autoridades de los tres poderes hasta que tengamos una regulación que abone a la construcción de paz y la garantía de los derechos de las personas usuarias de cannabis.