Metanfetamina (Meth, hielo, crank, ice, speed, crystal meth, cristal)

¿Qué es?

La Metanfetamina es un estimulante sintético de tipo anfetamínico que fue desarrollado en Japón en 1919 y que se utilizó a gran escala por primera vez en la segunda guerra mundial para mantener a los soldados despiertos y con mayor resistencia al frío y hambre. Hoy en día, esta sustancia se sigue utilizando con estos fines en muchos lugares del mundo como Tailandia, Estados Unidos y el Norte de México; sin embargo, también suele ser consumida en ambientes festivos donde la gente baila por periodos prolongados de tiempo, en ocasio­nes hasta 24 horas sin parar.

Existen distintos nombres dependiendo de su presentación y pureza. Por ejemplo, a la metanfetamina mas pura se le conoce como Ice o Hielo, al clorhidrato de metanfetamine que se consigue en el mercado negro se le llama Crank o Meth y a la combinación con anfe­tamina en polvo se le llama Speed.

Efectos

La metanfetamina es uno de los estimulantes más potentes que conocemos. Sus efectos se basan en la activación del sistema nervioso simpático y las subsecuentes modificaciones de las distintas funciones corporales y la atención.

Efectos físicos 

Empiezan con un rush o sensación de euforia, donde se tiene la idea de mayor fuerza y velocidad, se tensan los músculos, se dilatan las pupilas  y aumenta  el ritmo cardiaco,  aumenta la temperatura y la respiración se vuelve más agitada. Desaparece la sensación de hambre y cansancio.

Efectos psicológicos 

Aumentan el valor y la confianza, baja la  capacidad  de  medir  riesgos  y  se pueden presentar comportamientos impre­decibles y a veces violentos, aparecen síntomas de hiperactividad, paranoia, psicosis y hasta es­quizofrenia. Es común llegar a tener alucinaciones sensitivas y sensaciones de cosquilleo en la piel. A diferencia del éxtasis o MDMA, no hay un efecto  empatógeno y aumenta la sensación de ansiedad y aceleración.

Vía de administración

Esta sustancia suele utilizarse por distintas vías, las más comunes son: inhalada, fumada, inyectada o de forma oral. Cada una de estas conllevan riesgos e implicaciones diferentes. Cuando no se calcula bien la dosis, el riesgo aumenta. Por ejemplo, existen reportes de pastillas vendidas como MDMA que contenían más de 100 miligramos de metanfe­tamina, el doble de una dosis normal.

Dosis

Los efectos y las dosis están íntimamente relacionadas con la vía de administración. A continuación se presenta una tabla que da información sobre las dosis vía oral o fumado; sin embargo, la diferencia radica en la velocidad que se presentan los efectos. El uso de metanfetamina por vía oral puede presentar efectos entre los 20 y 70 minutos después de la primera administración, mientras que por vía fumada se presentan en pocos segundos. 

Dosis de Metanfetamina Vía Oral/ Fumado

Umbral 5 mg
Ligera 5 – 15 mg
Común 10 – 30 mg
Fuerte 20 – 60 mg
Muy fuerte 50 mg +

En personas que tienen alguna condición previa con presencia de cardiopatías o enfermedades mentales, una dosis, en  una  primera experiencia puede resultar en complicaciones cardiovasculares, alteraciones de la realidad fuertes y una experiencia negativa.

Legalidad

La metanfetamina farmacéutica es legal con receta y se utiliza para tratar personas a las que se les ha diagnosticado un desorden de déficit de atención o que pueden tener problemas de aprendizaje, como el Adderall. Es una producto muy popular entre estudiantes universitarios y en ambientes laborales donde se exigen altos rendimien­tos y largas jornadas de trabajo.

Bajo el marco regulatorio internacional, las leyes mexicanas y específicamente la Ley General de Salud, la metanfetamina está catalogada como un narcótico ilegal y su distribución y producción se considera un delito. Portar can­tidades mayores a 40 miligramos (o una pastilla con un peso mayor de 200 miligramos) puede llevarte a la cárcel bajo el cargo narcomenudista.

Adulterantes

A nivel internacional y nacional, los servicios de análisis de sustancias han señalado que esta sustancia es poco adulterada o sustituida, sin embargo la adhisión de anfetamina en pastillas o cristales es común para potencializar los efectos, práctica de alto riesgo para la salud. En ocasiones, las Nuevas Sustancias Psicoactivas también son usadas como adulterantes buscando la sinergia en efectos a un menor costo y riesgo de fabricación. 

Esta sustancia es utilizada frecuentemente como adulterante en pastillas o presentaciones que son adquiridas como MDMA. También se ha registrado que en los últimos años, la cocaína ha tenido presencia de metanfetamina con la finalidad de potenciar los efectos estimulantes.

Riesgos

La  metanfetamina tiene distintos riesgos a la salud, como el alto potencial de dependencia y la marcada tendencia al uso compulsivo, que es uno de los efectos mismos de la sustancia. Puede de­sencadenar brotes psicóticos, crisis nerviosas, desconexión total con la realidad y comporta­miento incoherente y carente de razonamiento o previsión de las consecuencias.

La metanfetamina es una de las sustancias que presentan un cuadro de dependencia y uso compulsivo más marcado. Esto ha contribuido a la construcción de  una  mítica  que  estigma­tiza y afecta de manera negativa a las personas que usan esta sustancia. De cualquier forma, el uso consuetudinario de metanfetamina puede fácilmente volverse un hábito que rápida­mente  se convierta  en una dependencia total.

Reducción de Daños

A pesar de que la metanfetamina, igual que muchas otras sustancias psicoactivas, puede ser usada como una herramienta, hoy en día es muy común que se consuma sin el conocimiento de la persona que la utiliza y como un sustituto fraudulento del MDMA en las pastillas de éxtasis.  Si no  la consumes, no la consumas. Si piensas probarla, a continuación te ofrecemos algunas recomendaciones para reducir el impacto negativo o para evitar consumirla de forma acci­dental o involuntaria:

  • Evita mezclar con otros estimulantes como an­fetaminas, MDMA o cocaína. Hacerlo  aumentará la presión y el ritmo cardiaco, lo cual puede ser demasiado para el cuerpo y presentar daños a la salud. 

  • Trata de comer y tomar mucha agua aunque no tengas hambre. Es bueno descansar y relajarte un poco aunque sigas con mucha energía. De esta forma, evitas llevar el cuerpo al extremo en tér­minos de cansancio y actividad física.

  • Pro­cura utilizar dosis pequeñas y repartirlas de forma espaciada en el tiempo para evitar que se acumule el efecto, aumentando el riesgo de una sobredosis o de una reacción desagradable o muy violenta.

  • Evita mezclar con alcohol u otros depresores. Hacerlo puede inhibir la percepción del  efecto y  llevarte  a  repetir  dosis  de  una  o  de ambas sustancias, incrementando los efectos negativos de las dos.

Referencias

¡Conoce tu sustancia!